Tuvimos nuestra segunda sesión en español resultó muy enriquecedora! Atendieron 20 participantes en total, representando a estados locales (incluyendo NJ y NY) y otros países (incluyendo Chile, España, Argentina, Uruguay, Reino Unido y República Dominicana). Para varios de los participantes éste era su primer acercamiento a la Medicina Narrativa.
Nuestro texto fue “Alma Ausente” de Federico García Lorca, publicado a continuación. Dos lectores leyeron el poema en voz alta. La conversación alrededor del poema fue muy filosófica y diversa, para algunos el poema reflejaba “presencia” a pesar de su título. Para otros, el poema fue entendido como una auténtica “oda a la muerte,” en que el objeto del poema, no es una persona, sino la propia muerte. La muerte siguió siendo parte importante de la conversación, pues a varios les permitió reflexionar acerca de lo mucho que se evita hablar de la muerte hoy en día, en contraposición a la idea de que la muerte es parte de la vida, y que algunos reforzaron con la idea de que “estoy feliz de lo que me dejaste.”
Al mirar más detalladamente el poema, varios notaron que las primeras estrofas relacionaban la muerte con el olvido, como una queja, mientras que las últimas la mostrarían como un “regalo.” A raiz de esto, varios participantes vieron el poema como un equilibrio entre distintos aspectos o matices de la muerte. Sin embargo, para otros, el poema presentaba cierto desequilibrio, siendo más predominantes los aspectos más negativos de la muerte. Un participante pudo “leer” a lo largo del poema distintas etapas del duelo, desde la depresión a la aceptación.
Al preguntar por los “ánimos” presentes en el texto, algunos participantes reconocieron la pena, mientras que otros se vieron más movidos por la amargura e incluso la dureza. Algunos reconocieron que el poema había sido hermético para ellos, y que sólo la participación de otros fue lo que posibilitó el “abrir” el poema para ellos.
De este modo, propusimos para la escritura “Escribe un ‘canto’ de la muerte.” Varios participantes compartieron sus escritos, inspirando una rica variedad de respuestas de los oyentes. En general, los textos fueron escritos “a la sombra del texto original,” lo que generó un ambiente de continuidad con la conversación previa. La muerte fue representada como algo inevitable y necesario, sin la que se hace más difícil valorar la vida. Una de las participantes escribió una auténtica oda a la muerte, en que se presenta a la muerte como una entidad que está cumpliendo su trabajo, pero sin que necesariamente lo disfrute, al contrario, pareciendo que “sufre” al hacer su trabajo. Otro participante escribió en su texto que la muerte es alguien a quien le encantaría conocer, lo que sin duda generó varios comentarios y reflexiones. En general, la visión de la muerte que salió representada en los textos fue muy positiva, en contraposición al tono general del poema de Lorca. ¡Sin duda, se hizo corto el tiempo!
Se alienta a los participantes a compartir lo que escribieron a continuación (“Deja una respuesta”), para mantener la conversación aquí, teniendo en cuenta que el blog, por supuesto, es un espacio público donde no se garantiza la confidencialidad.
Por favor, únase a nosotros para nuestra próxima sesión en español: Sábado, 18 de julio a las 2 pm EST, con más veces listadas en inglés en nuestra página de sesiones grupales virtuales en vivo.
Se alienta a los participantes a compartir lo que escribieron a continuación (“Deja una respuesta”), para mantener la conversación aquí, teniendo en cuenta que el blog, por supuesto, es un espacio público donde no se garantiza la confidencialidad.
¡Esperamos verte pronto!
Alma Ausente de Federico García Lorca No te conoce el toro ni la higuera, ni caballos ni hormigas de tu casa. No te conoce el niño ni la tarde porque te has muerto para siempre. No te conoce el lomo de la piedra, ni el raso negro donde te destrozas. No te conoce tu recuerdo mudo porque te has muerto para siempre. El otoño vendrá con caracolas, uva de niebla y montes agrupados, pero nadie querrá mirar tus ojos porque te has muerto para siempre. Porque te has muerto para siempre, como todos los muertos de la Tierra, como todos los muertos que se olvidan en un montón de perros apagados. No te conoce nadie. No. Pero yo te canto. Yo canto para luego tu perfil y tu gracia. La madurez insigne de tu conocimiento. Tu apetencia de muerte y el gusto de su boca. La tristeza que tuvo tu valiente alegría. Tardará mucho tiempo en nacer, si es que nace, un andaluz tan claro, tan rico de aventura. Yo canto su elegancia con palabras que gimen y recuerdo una brisa triste por los olivos.