Encuentros virtuales en vivo: sábado 29 agosto, 14:00 EST

Tuvimos la última sesión en español del mes y nos fue muy bien. Asistieron 13 participantes en total representando a Chile, Estados Unidos, España, Brasil y Argentina. Como viene siendo habitual, tuvimos una buena combinación de “veteranos y noveles.”

La obra que elegimos para esta sesión fue un poema del chileno Pablo Neruda, llamado “Muere lentamente,” publicado a continuación. Dos voluntarias leyeron el texto en voz alta. Desde el principio, hubo gente que se mostró incómoda con el texto, puesto que habla de la muerte, y además algunos lo leyeron como una admonición, como una suerte de “reprimenda” a los que no hacen lo que dice el texto que hay que hacer “para no morir” (se vería más como una orden en vez de una sugerencia). Otra participante señaló explícitamente una idea con la que todos se identificaron en estos tiempos de pandemia: convertirse en esclavos del hábito, haciendo todos los días lo mismo. Conceptos como estos llevaban a darle una interpretación “oscura” al texto, como que el lector estuviera obligado a cambiar si es que no hacía algo de lo que decía el texto. Sin embargo, otra participante no lo entendió como algo impositivo, sino como una metáfora, donde acciones como leer, escuchar música, eran equivalentes a otras como tejer, nadar, o practicar algún deporte; serían como consejos de alguien querido para poder disfrutar mejor de la vida. A otra participante le llamó mucho la atención lo “lento” del morir… en contraposición a lo rápido del vivir? Es morir lentamente una agonía? Puso de relieve y generó un intercambio acerca de lo subjetivo del tiempo.

Asimismo, fue interesante el detalle que pesquisó otra participante de lo impersonal de casi todos los versos, excepto los últimos, donde se ve un tono mucho más imperativo, y dirigido al lector. Algo que sobrevoló toda la conversación fue la sensación de que el poema no era “nerudiano,” no parecía un texto propio del poeta, sino escrito por otra persona, lo que generó cierta controversia. Finalmente, algo sobre lo que todos los participantes estuvieron de acuerdo fue en que no existe una sola receta para ser feliz.

Escribir en conjunto: “Escribe acerca de un momento en que te sintieras vivo.” Varios participantes compartieron sus momentos, algunos “a la sombra del texto original,” y otros “desmarcándose” del texto, en formas muy creativas, lo que generó un rico intercambio entre los participantes. Sin embargo, a pesar de esta mezcla de resultados, todos fueron explícitos en demostrar la vida que recorría sus venas, ya fuera expresando, casi exclamando, lo viva que se sentía la autora, en otro aporte, una participante puso en contraposición los conceptos de vida y muerte, y lo necesario que son el uno para el otro (no se entenderían sin el otro). Otra participante puso de manifiesto el concepto de “vida en paréntesis,” y por último, y como colofón a la sesión, una participante afirmó en su escrito que “se sentía tan viva que la muerte la aterraba,” lo que generó multitud de comentarios.

Se alienta a los participantes a compartir lo que escribieron a continuación (“Deja una respuesta”), para mantener la conversación aquí, teniendo en cuenta que el blog, por supuesto, es un espacio público donde no se garantiza la confidencialidad.

Por favor, únase a nosotros para nuestra próxima sesión en español: Martes, 15 de septiembre a las 4:30 pm EDT, con más oportunidades de sesiones en otros idiomas listadas en nuestra página de sesiones grupales virtuales en vivo.

¡Esperamos verte pronto!

¡Cuéntenos más sobre su experiencia en este taller completando esta breve encuesta!


Muere Lentamente (Pablo Neruda)

Muere lentamente quien no viaja,
quien no lee, quien no escucha música,
quien no halla encanto en si mismo.

Muere lentamente quien destruye su amor propio,
quien no se deja ayudar.

Muere lentamente quien se transforma en esclavo del habito,
repitiendo todos los días los mismos senderos,
quien no cambia de rutina,
no se arriesga a vestir un nuevo color
o no conversa con desconocidos.

Muere lentamente quien evita una pasión
Y su remolino de emociones,
Aquellas que rescatan el brillo en los ojos
y los corazones decaidos.

Muere lentamente quien no cambia de vida cuando está insatisfecho con su trabajo o su amor,
Quien no arriesga lo seguro por lo incierto
para ir detrás de un sueño,
quien no se permite al menos una vez en la vida huir de los consejos sensatos…
¡Vive hoy! - ¡Haz hoy!
¡Ariesga hoy!¡No te dejes morir lentamente!
¡No te olvides de ser feliz!