Encuentros virtuales en vivo: Sábado 16 de Julio, 13:00 EDT

Nos reunimos 9 personas, desde Nueva York, California, Argentina, España e Italia. Trabajamos el relato corto “El Drama del Desencantado,” de Gabriel García Márquez. 

El microcuento relata el desarrollo de un suicidio. No sabemos por qué lo hizo, no lo cuenta. Llama la atención el uso de la metáfora “la puerta falsa”. Ha elegido morir de un modo que lo acerca a la vida de los demás. No sabemos cuántas cosas vio de la vida de los otros, pero aprendió que la vida vale la pena de ser vivida justo antes de morir. 

El cuento tiene un mensaje: el autor juzga/critica el suicidio de esta persona. Pero detrás de los suicidios hay tanto sufrimiento que da la impresión de que lo trivializa. Llama la atención como el narrador habla como si conociera todo lo que piensa el protagonista, pero a la vez sabemos que es imposible, el protagonista está muerto.

El texto es breve, solo una frase. Pero el texto está lleno de palabras fuertes. Contrastan las experiencias finitas (tragedia y comedia son fugaces) con lo definitivo de la muerte. Se mencionó el concepto de intrahistoria de Unamuno: las historias pequeñas que existen escondidas a los ojos de los demás. El protagonista tiene una revelación. Hay todo un periplo vital en una peripecia dramática.

La palabra drama recuerda al teatro. Pero en este texto no está la primera parte, no sabemos de dónde viene el desencanto, tenemos que suponerlo. El texto recuerda que solo son necesarios breves instantes de felicidad. 

Un participante considera que en el propio texto se explica el motivo del suicidio: las pequeñas tragedias. El protagonista descubre que sus pequeñas tragedias, las que le llevan al suicidio, son las mismas que tienen los demás. El texto tan corto nos cuenta todo: la introducción y el nudo están en el texto. Por eso puede arrepentirse, su causa es igual a las de las demás.

El texto está escrito en una sola frase, pero expresa que la forma y el contenido son lo mismo. La caída es un proceso sin puntos, sin paradas. La forma refuerza el contenido. Cuenta un error que no puede arreglar, no puede arrepentirse. El drama es conocer cuando ya no puede cambiar. Gabriel García Márquez critica el acto del suicidio e impresiona que puede estar frivolizando. Es un texto lleno de capas y matices. ¿El texto cuestiona la libertad de matarse o es que nadie es libre?

¿Pone el narrador sus palabras en el personaje? ¿Emite un juicio? Si no quisiera hacerlo, podría haberlo escrito en primera persona.  Es importante quién es el narrador, quien cuenta la historia.

La propuesta de escritura fue “Escribe sobre un momento en que cambió tu concepción del mundo”.Se ha escrito de como desconocemos la realidad del otro y asumimos que la realidad de los demás es nuestra realidad. Y la realidad cambia en cada momento. Se escribe sobre los descubrimientos de otras realidades y nuestros propios descubrimientos. Sobre la imposibilidad de dejar de cambiar y como el único cambio es el que ocurre al final de la vida. La importancia de las múltiples perspectivas. Escribimos a la sombra del texto y de las reflexiones que hicimos sobre él.

Aquí, ahora alentamos a los participantes que si así lo desean, compartan lo que escribieron a continuación. Deja tu respuesta aquí, si deseas continuar la conversación sobre el poema de León Felipe. Pero antes, les recomendamos tener en cuenta que el blog es un espacio público donde, por supuesto, no se garantiza la confidencialidad.

Por favor, únase a nosotros en nuestra próxima sesión en español: El sábado 6 agosto a las 13 hrs. o a la 1 pm EDT. También, ofrecemos sesiones en inglés. Ve a nuestra página de sesiones grupales virtuales en vivo.

¡Esperamos verte pronto!


El drama del desencantado por Gabriel García Márquez

 …El drama del desencantado que se 
arrojó a la calle desde el décimo piso, y 
a medida que caía iba viendo a través 
de las ventanas la intimidad de sus 
vecinos, las pequeñas tragedias 
domésticas, los amores furtivos, los 
breves instantes de felicidad, cuyas 
noticias no habían llegado nunca hasta 
la escalera común, de modo que en el 
instante de reventarse contra el
 pavimento de la calle había cambiado 
por completo su concepción del mundo, 
y había llegado a la conclusión de que 
aquella vida que abandonaba para
siempre por la puerta falsa valía la pena 
de ser vivida.